Francia considera que crisis nuclear es más grave de   lo que dicen autoridades de Japón
    París, Francia,   martes 15 de marzo de 2011, El País.-  Francia   considera que el accidente de Fukushima es peor de lo que dice Japón. La   Autoridad de Seguridad Nuclear francesa asegura el asunto es de una gravedad   "más allá de Three Miles Island, sin llegar a Chernobil. La agencia   nuclear japonesa pide ayuda a una comisión de expertos de la ONU y a EE UU.-   Los problemas de refrigeración se extienden también al reactor 2 de   Fukushima-Daiichi, donde se registró una nueva explosión durante la pasada   madrugada.
   "Más allá de   Three Miles Island, sin llegar [al nivel de] Chernóbil". Así se ha   referido el presidente de la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa,   André-Claude Lacoste, al accidente nuclear en la planta nuclear de Fukushima   I, con series problemas de refrigeración en tres reactores desde   el terremoto y el tsunami que asolaron Japón el pasado viernes. El último informe sobre la central del Organismo   Internacional de Energía Atómica (OIEA) señala que los problemas de   refrigeración afectan a un tercer reactor, donde ya se ha iniciado la   inyección de agua marina, y que se han repartido 200.000 dosis de yodo en los   albergues que acogen a las personas evacuadas en la zona. Las autoridades   japonesas tuvieron un nuevo susto a media mañana (madrugada en España),   cuando se produjo una explosión en el reactor 3 similar a la que ya se había   producido en el 1, y han solicitado hoy ayuda al OIEA y a EE UU para   controlar la situación.
   Las palabras de   Lacoste suponen una discrepancia con el nivel de gravedad que las autoridades   japonesas han otorgado hasta ahora al incidente, que lo calificaron como de   nivel 4 ("accidente con consecuencias de alcance local") en la   Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). Sin embargo, la agencia   nuclear francesa cree que el accidente ha alcanzado ya un nivel de 5   ("accidente con consecuencias de mayor alcance"), como fue calificado   el de la central estadounidense de Three Miles Island, cercana a la ciudad de   Harrisburg, en 1979; o incluso 6 ("accidente importante"). La   escala INES tiene un máximo de 7 ("accidente grave"), que hasta   ahora solo ha alcanzado la catástrofe de Chernóbil (Ucrania) en 1986 y que,   según los expertos, es muy diferente a la situación en Japón. Algunos   especialistas consultados ayer por EL PAÍS señalaban que es normal que se   haga una primera valoración prudente y ya daban por supuesto que el nivel de   gravedad del accidente se elevará oficialmente en algún momento.
   Los problemas en   las centrales de la prefectura de Fukushima (la planta de Daini también   presenta anomalías, aunque menos preocupantes) han provocado la evacuación de   unas 185.000 personas, según el último informe facilitado por el Organismo   Internacional de Energía Atómica (OIEA). Como medida preventiva, 200.000   dosis de yodo han sido repartidas en los centros que acogen a esos evacuados,   aunque de momento no van a ser administradas a la población. Las cápsulas de   yodo ayudan a saturar la tiroides y evitan así que esa glándula absorba yodo   contaminado de radiactividad si se produce un escape de ese elemento en la   planta nuclear. El cáncer de tiroides por ese motivo fue una de las   patologías más comunes entre las personas que se vieron expuestas a la   radiación tras el accidente de Chernóbil en 1986.
   La OIEA también ha   señalado que ya se está inyectando agua de mar en el reactor 2 de Daiichi,   una medida similar a la que se adoptó ya en los reactores 1 y 3 para tratar   de bajar la temperatura y evitar una fusión en el núcleo, algo que las   autoridades japonesas dan por supuesto que puede estar pasando. Además, el   director del OIEA, el japonés Yukiya Amano, ha dicho que Japón ha pedido a la   agencia de la ONU el envío de una comisión de expertos. No es la única   demanda de asistencia que han hecho en las últimas horas. La Comisión de   Regulación Nuclear de EE UU ya ha enviado a dos expertos en reactores   nucleares de agua en ebullición y ha dicho que prestará la ayuda técnica   necesaria tras recibir una petición de las autoridades japonesas.
   Según ha informado la   Agencia japonesa de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA) en un informe remitido al OIEA, la estructura que   contiene el reactor 3 "está intacta", lo que descartaría   teóricamente una fusión del núcleo del reactor. Once personas han resultado   heridas en la explosión, a las 11.01 hora local (madrugada en España) y cuyo   origen se encuentra en una acumulación de hidrógeno en una de las cámaras del   edificio. Entre los heridos hay al menos un militar de las Fuerzas de Auto   Defensa (Ejército) de Japón, con fracturas de varios huesos, mientras otros   sufren heridas leves, según los datos difundidos por la   agencia local Kyodo.
   El portavoz del   Gobierno japonés, Yukio Edano, ha descartado la posibilidad de que se hayan   producido importantes fugas de radiactividad tras la explosión. En rueda de   prensa, ha asegurado que media hora después de la explosión el nivel de   radiactividad a cinco kilómetros del lugar era similar a la de ayer, por lo   que ha descartado una "fuga masiva". Pese a ello, la NISA ha pedido   a 600 residentes que no habían sido evacuados en un perímetro de 20   kilómetros alrededor del recinto que no salgan de sus casas hasta nueva orden.
   Otra de las   consecuencias de este accidente nuclear tiene que ver con la ayuda que   comenzó a llegar a Japón justo después del terremoto y tsunami. La Séptima   Flota de la Armada estadounidense ha informado de que ha detectado bajos   niveles de radiactividad entre los tripulantes de los helicópteros que   participaron en las operaciones de rescate cerca de Sendai, principal ciudad   de la prefectura en la que se encuentra la planta nuclear de Fukushima I y a   100 kilómetros de esta. La flota ha suspendido temporalmente las operaciones   de sus barcos y se ha trasladado mar adentro a una zona situada a unos 185   kilómetros al noreste de la planta. La radiactividad fue detectada ayer   domingo en 17 tripulantes de tres helicópteros y el origen fue la nube   radiactiva liberada el sábado por la planta de Fukushima.
   Fukushima I entra   así en su tercer día de emergencia nuclear con graves problemas en tres de   sus reactores por un fallo en el sistema de refrigeración y con el temor a   que haya empezado la fusión del núcleo. Poco antes de la explosión en el   reactor tres, el primer ministro japonés, Naoto Kan, admitía que esta planta   sigue en un estado "alarmante", tras detectarse una nueva subida en   los niveles de radiación por encima de los límites de seguridad (751,2   microsievert por hora, cuando lo normal son 500).
   Mientras se trabaja para atajar   el sobrecalentamiento de los reactores, las autoridades luchan para que las   cámaras de contención resistan la presión y los efectos de la nueva explosión   para evitar una fuga descontrolada de radiactividad como   sucedió en Chernóbil en 1986.
   Desde el viernes, se   han registrado casi 300 réplicas del devastador seísmo, y la Agencia Meteorológica nipona indicó anoche que   hay un 70% de posibilidades de que se produzcan réplicas de hasta 7 grados en   la escala Richter hasta el miércoles, por lo que las autoridades siguen   pidiendo precaución a las poblaciones de la costa ante la posibilidad de que   se vuelvan a repetir los tsunamis. En un discurso dirigido ayer a sus   ciudadanos, Naoto Kan aseguró que se encontraban ante "la peor crisis   desde el final de la II Guerra Mundial" y les invitó a construir   "un nuevo Japón".
    
   Japón   admite fuga radioactiva que afectaría la salud
    Tokio, Japón,   martes 15 de marzo de 2011, por R. Méndez y G. Higueras, El País.- Japón   admite fugas radiactivas "que pueden afectar a la salud" tras un   incendio y una nueva explosión en Fukushima. Evacuaciones 30 kilómetros   alrededor de la central nuclear. La alerta llega a Tokio porque el viento   podría arrastrar las partículas. El Gobierno reconoce que podría haber   grietas en la vasija del reactor 2.- La agencia nuclear japonesa pide ayuda a   la ONU y EE UU.
   La alarma de un   desastre nuclear crece en torno a la central de Fukushima, afectada en cuatro   de sus seis reactores por el   terremoto que devastó el país el viernes. Un incendio se ha desencadenado en el reactor 4,   aunque ya está controlado, mientras que en el número 2 se produjo una   explosión en torno a las seis de la mañana locales (22.00 en España). Los   problemas continúan: el agua utilizada para rebajar la temperatura en el   interior está sufriendo el efecto contrario y podría estar empezando a   hervir, según informa la agencia de noticias Kyodo. Además, la Agencia de Seguridad Nuclear   japonesa (NISA, por   sus siglas en inglés) ha confirmado que el incendio ha dejado dos agujeros de   ocho metros en el muro del reactor 4.
   El Gobierno japonés   admite que "puede haberse producido una fuga de materiales   radiactivos", especialmente por causa del incendio, "que pueden   afectar a la salud humana". Hay 50 operarios trabajando en la central,   son los únicos que no han sido evacuados. Todo está en sus manos: tienen que   refrigerar las piscinas de los reactores. En las centrales había 800   operarios trabajando, pero la compañía eléctrica que gestiona la central -Tokyo   Electric Power Co. (Tepco)- está desbordada y ha pedido que se retiren todos menos   este medio centenar. Sin embargo, la Organización Mundial de la   Salud ha querido   enviar un mensaje tranquilizador: "Japón está tomando las medidas de   salud públicas adecuadas para proteger a la población de la radiación",   ha dicho Gregory Hartl, portavoz citado por la agencia Reuters. Además,   añaden que dicho organismo no ha recibido ninguna petición de ayuda por parte   de este país, aunque sus expertos en radiación están alerta.
   A las tres de la   mañana (hora española) el primer ministro japonés, Naoto Kan, ha comparecido   para hacer un llamamiento a la población y anunciar nuevas evacuaciones, la   de los residentes en torno a 10 kilómetros de la central Fukushima I ya está   completada; los que viven entre 10 y 20 serán rescatados en breve; y los que   residen entre 20 y 30 kilómetros de la central no deben salir a la calle. El   portavoz del Ejecutivo que sucedió a Naoto Kan en la tribuna de oradores pasó   del mensaje de calma de los días previos a inequívocas señales de alarma.   "Cuanto más lejos estén de la central, más seguros estarán",   advirtió Yukio Edano, que apareció ante las cámaras con muestras evidentes de   sudor en la frente.
   La radiación en los alrededores   de la central ha llegado a sobrepasar diez mil veces los límites legales. La   situación ha generado una gran preocupación en el país; los locutores de   televisión repiten mensajes que parecen salidos de una película de serie B   sobre una catástrofe nuclear: "Cierren las ventanas, no utilicen   sistemas de ventilación y tiendan la ropa en casa". Unas 200.000 dosis   de yodo (que ayudan a proteger la glándula tiroides de los efectos de la   radiación) se han repartido ya entre la población.
   Mientras, la Embajada francesa   en Japón ha recomendado a sus nacionales que vivan en Tokio que no salgan al   exterior, porque el viento que sopla hacia la capital podría arrastrar hasta   allí las partículas radiactivas. Hacia las cinco de la mañana (hora española)   ya se habían detectado pequeñas cantidades de radiación en Tokio, alertó   Kyodo.
    Incendio   y una tercera explosión
    Unos minutos después de la tercera explosión los niveles de   radiación en los alrededores de Fukushima subieron hasta 8.217 microsieverts   por hora, frente a los 1.941 que se registraban 40 minutos antes, según   mediciones de la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa. Estos 8.000   microsieverts por hora serían el triple de la cantidad de radiación a la que   está sometida una persona en un año. En un clima de confusión, se pensó   primero que era por culpa de la explosión del reactor 2, pero posteriormente   se aclaró que era consecuencia de un incendio en el reactor 4 en el que   estaban ardiendo sustancias radiactivas. La buena noticia, si las hay, es que   el reactor 4 estaba inoperativo en el momento del terremoto y no contenía   barras de combustible.
   Yukio Edano ha   reconocido que "hay una alta probabilidad" de que la vasija de   contención del reactor 2 se haya agrietado, pero el Ejecutivo insiste en que   el edificio de contención -el último muro ante una fuga, y de cuya   resistencia depende que Fukushima no sea Chernóbil- no ha quedado dañado, descartando la posibilidad de   una fuga de radiactividad de grandes dimensiones.
   El Gobierno admite   también que puede haber daños en la cámara de despresurización, el sistema   circular de refrigeración dentro del edificio de la contención. Un portavoz   de Tepco explicó en una confusa rueda de prensa retransmitida y doblada al   inglés por Al Yazira: "Hay una posibilidad de que haya daño", pero   inmediatamente añadió que eso no tenía por qué significar una fuga o que   podía tratarse simplemente de una válvula que estuviera midiendo mal la   presión.
   Aún con la   confusión reinante, la situación parece cualitativamente distinta -más grave-   que la de los días previos. La eléctrica responsable de la planta, Tepco ha   constatado es que el nivel del agua ha bajado sensiblemente dentro del   reactor 2, lo que denotaría daños en la piscina de condensación destinada a   enfriar el reactor y controlar las condiciones en el interior del recinto. Al   menos 2,7 metros de las varillas de combustible (de los cuatro que miden) no   están cubiertas por el agua, y Tepco no puede confirmar si el nivel del agua   está subiendo aunque haya vuelto a inyectar agua de mar. Esto implica que la   mitad del uranio está sin refrigeración, el paso previo a la fusión del   núcleo de la central. Tepco ha anunciado que ha evacuado a todos los trabajadores   que tenía en la central (850) excepto a los 50 empleados que trabajaban en   labores de refrigeración.
   Japón   pide ayuda
   La central de   Fukushima parece un boxeador sonado: encajaba y encajaba golpes mientras la   grada -en este caso el planeta entero- contemplaba con angustia deseando que   no cayera a la lona ni tirara la toalla. Si una explosión en una nuclear es   una imagen insólita, Fukushima suma tres en tres días, por eso desde horas   antes de la última deflagración la crisis ya había desbordado a Japón, y   Tokio había pedido ayuda a la agencia nuclear de EE UU   (NRC, en sus siglas en inglés) y a la Agencia Internacional de la   Energía Atómica (OIEA), con la que   debatía los detalles de cómo sería esa misión técnica.
   Tras la explosión   junto al reactor 1, ocurrida el pasado sábado, a las 11.01 de ayer (las 3.01   del lunes hora peninsular española) estalló   el hidrógeno junto al reactor número 3 y se llevó de nuevo parte del edificio. Las autoridades   insistieron en que en los dos casos había aguantado la contención.
   La eléctrica   propietaria, Tepco, insistió en que la explosión se debió a la salida de   hidrógeno, un gas que, en contacto con el oxígeno del aire, produce una   deflagración. Así que la explosión no fue nuclear pero sí reveló que las   autoridades estaban dejando salir gases del interior de la planta -con la   consiguiente radiactividad- para reducir la excesiva presión. Los trabajos se   centraban en conseguir refrigerar esos dos reactores hasta que el problema   saltó en el reactor número 2. Ese reactor puede acabar siendo el más   problemático. Su explosión, ocurrida cuando Japón amanecía al martes, ha sido   diferente.
   Cada día que pasa   el riesgo de que cedan los edificios de la contención de los dos primeros   reactores afectados es menor, según coinciden todos los expertos. Aunque sea   de forma precaria y a la desesperada con agua de mar, Japón estaba   consiguiendo enfriar los núcleos de esos dos reactores. María Teresa   Domínguez, presidenta del Foro Nuclear, el lobby de las seis nucleares españolas, afirmó que   el problema en el primer reactor estaba casi solucionado. "Cuando paró   la central, en el núcleo quedaba un 7% del calor residual del núcleo. Ya solo   queda el 0,05%", afirmó en una concurrida rueda de prensa. El uso de   agua de mar, que dejará inservibles los reactores, demuestra lo desesperado   de la situación.
   Domínguez defendió   que Fukushima estaba resistiendo a la combinación terremoto-tsunami y   defendió que esa era la prueba de la fiabilidad atómica. Ese es el argumento   que usa insistentemente el lobby nuclear. Los detractores de esta energía, en   cambo, ven en el accidente la prueba de que la seguridad total no existe y de   que el excesivo riesgo no compensa su uso.
    
   Bruscos virajes en   decisiones europeas sobre centrales nucleares
    
   Madrid, España, martes 15 de   marzo de 2011, por Juan Gómez, El País.- Merkel suspende el plan para alargar   la vida de las centrales nucleares en Alemania. El Ejecutivo alemán aprueba   una moratoria de tres meses para decidir sobre una ley aprobada el año pasado   en un contexto electoral complicado. 
   Suiza cancela todas las   licencias en curso y Austria pide nuevas pruebas de resistencia en sus   plantas.
   El debate nuclear, nunca dormido   del todo en Europa, se ha reabierto con fuerza a raíz de las amenazas   de las centrales nucleares en Japón por culpa del terremoto   que sacudió al país el pasado viernes. Sobre la mesa está la cuestión de analizar las   lecciones del accidente nipón y si merece la pena ampliar la vida de las   centrales nucleares. 
   La canciller alemana, Angela   Merkel, aplazará por tres meses la prolongación de la vida útil de la   centrales nucleares del país. Se trata de una moratoria para la   reforma legal aprobada en 2010, con la que el actual Gobierno de centro-derecha aplazó   por una media de 12 años el apagón de   las centrales nucleares. En 2002, socialdemócratas y Verdes habían decidido   desconectar todas las centrales atómicas alemanas para el año 2021. Con la   decisión de hoy, Merkel da un viraje a la política pronuclear de su segunda   legislatura, que es la primera en coalición con los liberales del FDP.
   Merkel ha cambiado   de opinión en apenas dos días. El sábado aún defendía la   "seguridad" de las centrales nucleares alemanas. En un esfuerzo por   controlar los efectos domésticos de la grave amenaza nuclear japonesa, Merkel   y su vicecaciller, el líder liberal Guido Westerwelle, aseguraban el sábado   que Fukushima era un "punto de inflexión" para el mundo. No   obstante, Merkel se cuidó entonces de aclarar las consecuencias prácticas.   Solo anunció que se comprobará de nuevo la seguridad de las 17 centrales   atómicas alemanas. Que, sin embargo, calificó de "seguras". 
   La presión de la calle y de la   opinión pública pesan más que nunca cuando se acercan unas elecciones   importantes. Las del próximo día 27 en Baden Württemberg lo son: la Unión   Demócrata Cristiana gobierna el próspero land desde   1953. Es uno de sus principales bastiones. Tras las derrotas en las   regionales de Renania del Norte-Westfalia, el pasado mayo, y el varapalo de   Hamburgo en febrero, un revés en Stuttgart podría salirle muy caro a Merkel.   Las encuestas previas al desastre japonés daban un empate entre la coalición   que preside Stefan Mappus (CDU), que es análoga a la de Merkel, y el tándem   de SPD y Los Verdes. 
   Mappus fue un significado   defensor de la prolongación de la vida útil de las nucleares. El desastre de   Fukushima ha despertado en Alemania el recuerdo latente de la nube   radioactiva de Chernóbil en 1986. 60.000 de ellos salieron el sábado a la   calle, precisamente junto a la vieja central de Neckarwestheim en Baden   Württemberg, para protestar contra la el uso de la energía nuclear. 
   De pronto, los democristianos se   han convertido en escépticos de la fisión nuclear como fuente de energía.   Así, el Ministro de Medio ambiente de Baviera Markus Söder, de la CSU, acaba   de anunciar hace unos minutos que desconectará la controvertida central Isar   I. La Oposición , que se oponían en bloque a la postergación del apagón   nuclear, descalifica las decisiones de hoy como "trucos transparentes"
   El actual comisario europeo de   Energía, Guenther Oettinger, que antes fue primer ministro de ese estado del suroeste   de Alemania, ha asegurado que se debe comprobar rigurosamente la seguridad en   las centrales más antiguas y no ha descartado cerrar algunas en caso de que   fuese necesario.
    
   Suspensión en   Suiza 
   El debate en Suiza (cinco   plantas nucleares) también se ha zanjado temporalmente. El Gobierno ha   decidido suspender todas las licencias en curso para autorizar nuevas   centrales nucleares mientras se examina la seguridad de las ya existentes en   el país, según ha anunciado hoy la ministra de Energía, Doris Leuthard. 
   Según ha comunicado el   Ministerio de Energía, Leuthard ha ordenado "volver a examinar la   seguridad de las centrales existentes". La Inspección Federal de la   Seguridad Nuclear analizará las causas exactas del accidente nuclear en Japón   y de ahí podría decidirse la revisión de las normas actualmente en vigor en   Suiza.
    
   Austria quiere   nuevas pruebas
    Si en Alemania la   política nuclear es controvertida, en Austria fue tan intenso el rechazo   popular que el país es constitucionalmente no nuclearizable. El ministro   austríaco de Medio Ambiente, Nikolaus Berlakovich, ha pedido hoy que se   lleven a cabo pruebas de resistencia de las centrales nucleares europeas para   revisar los niveles de seguridad tras la alarma que han provocado las   explosiones en las plantas japonesas. La reacción de los ministros del ramo   de la UE, reunidos hoy en Bruselas, ha sido "muy favorable" a esta   propuesta de Austria, según la secretaria de Estado española de Cambio Climático,   Teresa Ribera. 
   Austria, un país   tradicionalmente contrario a la energía nuclear y especialmente crítico con   las decisiones de países como Alemania y España de alargar la vida de las   centrales, cuestionó el grado de preparación de las plantas europeas para   resistir terremotos, así como el funcionamiento del sistema de refrigeración   de los reactores.
    
   La UE, dividida
    Las plantas   atómicas producen alrededor del 15% de la energía consumida en la Unión   Europea. Bruselas ha convocado una reunión urgente de responsables de la   seguridad nuclear en la Unión junto a fabricantes y operadores de centrales,   "para evaluar las consecuencias del accidente de Fukushima y tomar nota de las lecciones aprendidas".
    Los Veintisiete   están divididos casi a la mitad con respecto a la energía nuclear, con ligera   mayoría de países nuclearizados: 15 de los socios cuentan con centrales atómicas.   La campeona imbatible es Francia, que genera a partir de 58 reactores   nucleares el 75% de su energía eléctrica, el récord mundial. Reino Unido es   la segunda potencia nuclear comunitaria con 19 reactores en funcionamiento,   11 más que España. 
   La presidencia húngara de turno   de la UE ha comentado que, en su opinión, el Consejo de Ministros europeos de   Medio Ambiente, que ya estaba convocado hoy para abordar otros asuntos,   "no es el lugar adecuado para abordar estas cuestiones", pero ha dicho   que no iba a oponerse al deseo de las delegaciones de comentar la situación. 
   También tratarán de la situación   en Fukushima hoy en París los ministros de Exteriores del G-8, donde el   francés Alain Juppé ofrecerá a Tokio la experiencia de su país en seguridad   nuclear.
    
   Nueva explosión en reactor 2   de central nuclear de Fukushima
    Fukushima, Japón,   martes 15 de marzo de 2011, El Mercurio.- Nueva explosión afecta al   reactor número 2 de la central nuclear de Fukushima. El   incidente registrado a las 6:10 hora local (18:10 del lunes en Chile) reventó   parte del contenedor primario del núcleo y provocó una fuga de una cantidad   indeterminada de material radiactivo. Una nueva explosión se produjo   hoy en el reactor número 2 de la central nuclear de Fukushima, en el noreste   de Japón, tras el terremoto del viernes. 
   La deflagración reventó parte   del contenedor primario del núcleo y provocó una fuga de una cantidad   indeterminada de material radiactivo, según la Agencia de Seguridad Nuclear.  La   agencia Kyodo informó de que los niveles de radiación "superaron el   límite legal" tras la explosión. El estallido ocurrió a las 6:10 hora   local (18:10 del lunes en Chile), poco después de que el Gobierno admitiera   que el reactor continuaba inestable. 
   Los operarios de la planta   llevan toda la noche trabajando para inyectar agua salada en su contenedor   secundario en un intento de enfriar el núcleo e impedir una fusión que emita   radiactividad al exterior, pero el reactor casi siempre se mantuvo inestable.   Si el núcleo comienza a fundirse, provocará una situación de emergencia por   fuga de radiación.  El reactor número 2 de Fukushima sufrió   el lunes un fallo en una de sus diez válvulas que afectó al sistema de   refrigeración, algo similar a lo ocurrido antes de que explotaran los   reactores 1 y 3 de la misma central después del terremoto de 9 grados de   magnitud del viernes.
    
   La energía atómica es cosa del   pasado
    Berlín, Alemania,   martes 15 de marzo de 2011, por Judith Hartl, editora Luna Bolívar Manaut,   Deutsche Welle.-Großansicht   des Bildes mit der Bildunterschrift:  Si   bien aún no se conoce a ciencia cierta la dimensión y las consecuencias de   las fallas en los reactores atómicos japoneses, bajarse de la energía atómica   es la única alternativa posible, opina Judith Hartl.
   La catástrofe   nuclear en Japón cambiará el mundo, y de forma duradera, porque nos deja en   claro, y sin lugar a ninguna duda, cuán peligrosa e ingobernable es, en   definitiva, la energía atómica. Podemos controlar la fisión nuclear. Sabemos   cómo se comportan los átomos y lo que debemos hacer para que nos provean de   enormes cantidades de energía. Pero ahora también conocemos la impotencia   espantosa con que expertos, físicos nucleares y políticos se enfrentan a una   central nuclear cuyo equilibrio se ve alterado. Sólo queda una impotencia   total, miedo, y la tenue esperanza de que las barras de combustible del   reactor atómico no se fundan; que el sobrecalentamiento se detenga por sí   solo. 
   El debate sobre el uso de la   energía nuclear es el tema principal de la agenda política, y no sólo en   Alemania. Y quien diga que Japón sabía de antemano que estaba sentado sobre   un barril de pólvora tectónico, y que en Alemania no se producen terremotos   de esa magnitud, se conforma con argumentos demasiado fáciles. Le falta   pensar en los aviones que pueden caer sobre una planta atómica, o en los   ataques terroristas, o en las múltiples posibilidades de que se cometan   fallas humanas. 
   Pero el mayor peligro no sólo lo   representa un máximo accidente posible. También lo son la basura nuclear, que   sigue emanando radioactividad y que no sabemos dónde deponer, a riesgo de   convertirse en cualquier momento en un gran problema. Porque, hasta el   momento, no se cuenta con un solo depósito nuclear adecuado en ningún lugar   del mundo, y a pesar de seguir buscándolo esforzadamente.
   ¿Queremos seguir aceptando un   riesgo semejante también en el futuro, a pesar de contar ya con energías   alternativas? Energía solar, energía eólica y todas las demás. Energías   renovables que nos alejarían de la dependencia del petróleo, que carecen de   riesgos, son sostenibles y no representan un peligro para las futuras   generaciones. Es en esas energías en las que debemos, por fin, realizar   inversiones masivas. No son sólo un sueño ecologista. Representan un   ecosistema más limpio y sostenible para una sociedad moderna y tecnificada. 
   La energía nuclear, por el   contrario, es anacrónica. Es sucia, peligrosa y despilfarra recursos, ya que   también el combustible de las centrales atómicas, el uranio, se está   terminando. Según expertos, se cuenta con uranio para unos 50 o 60 años. ¿Es   eso sostenibilidad? Eso es lo que perjuran los lobiístas de las empresas de   energía atómica, que ganan mucho dinero con la fisión nuclear y tienen enorme   influencia en la clase política. Pero esperemos que, después de la catástrofe   en Japón, ésta se haya despabilado, y que demuestre valor. Que tenga el valor   de acabar con concepciones anticuadas e invertir en las energías y en la   tecnología del futuro.
    
   Analistas estiman que crisis   nuclear podría reactivar la economía mundial de forma sustentable
    Santiago, Chile,   Nueva York, EEUU, martes 15 de marzo de 2011, por M. Vélez y L. Castañeda, El   Mercurio.- Mercados bursátil y cambiario tendrán semanas con mucha   volatilidad:Terremoto en Japón podría moderar alzas de combustibles e   impulsar las energías limpias. El consejo del Banco Central,   y los ministros de Hacienda y Economía, ayer acudieron hasta La Moneda para   evaluar el impacto de la catástrofe japonesa en la economía local. El   consenso es que habrá efectos acotados.  
   Al igual como ha ocurrido en   otras catástrofes, incluyendo el terremoto vivido por Chile el año pasado, el   impacto económico de la tragedia en Japón tendrá dos etapas. La mayoría de   los analistas anticipa un escenario complejo en el corto plazo, que daría   paso a un repunte de la economía japonesa. A pesar de que Moody's admitió ayer   que el gobierno japonés, cuya deuda pública bordea el 200% del PIB, tendrá un   escenario de estrechez, descartó una crisis fiscal. 
   Mohamed El-Erian, presidente   ejecutivo de PIMCO, es optimista. No sólo cree que la reconstrucción ayudará   a dinamizar la economía japonesa, sino que podría generar la unidad política   que no ha habido en los últimos años para reactivar la economía de forma   sustentable.
    
    Interrupción   en industria mundial 
   Aunque se espera que sea sólo   por unas "pocas semanas" como afirman las firmas japonesas, el   cierre de las fábricas en la zona afectada por el terremoto y el maremoto   podrían interrumpir la actividad industrial a nivel mundial. No se espera sólo   una interrupción en la oferta de autos como Toyota, Nissan y Honda, sino en   otras áreas.
    Con el cierre de   las ocho fábricas de Canon, por ejemplo, no sólo se podría reducir la oferta   de cámaras digitales, sino de tintas de impresoras. Y la paralización de   Toshiba pone en aprietos la producción de un chip utilizado por la   estadounidense Apple para sus iPhone y iPads. 
   La industria electrónica podría   ser una de las más afectadas; hay al menos una decena de fábricas   elaboradoras de chips y semiconductores cerradas, debido a la crisis   energética y a los daños estructurales. 
   Sin embargo, Global Insight y   PIMCO estiman que la interrupción en la cadena de producción durará sólo un   breve período. Sin embargo, aún no hay claridad de cuándo las firmas   japonesas regresarán a la normalidad.
    
   Acciones   ganadoras 
   Las productoras brasileñas de   acero estuvieron entre las ganadoras de la jornada bursátil de ayer; empresas   como Gerdau y Usiminas subieron entre 2% y 3% ante las expectativas de que se   beneficiarán de la reconstrucción de Japón. 
   En otros mercados, empresas   vinculadas a las energías limpias se vieron beneficiadas del temor generado a   nivel mundial sobre la seguridad de la energía nuclear. Por ejemplo, las   acciones de la firma estadounidense MEMC, que produce un componente de celdas   solares, subieron ayer 14%. Según el banco de inversión Jefferies, la crisis   del reactor de Fukushima encarecerá económica y políticamente los proyectos   de energía nuclear alrededor del mundo e impulsará proyectos basados en   energía solar y eólica.
    
   Pelea por el   gas natural licuado 
   El precio del gas natural   licuado (GNL) para entrega en junio subió 3% por segunda jornada consecutiva.   Se prevé que si la crisis nuclear continúa, Japón recurrirá a este   combustible para completar su matriz energética. Según Barclays Capital,   Japón podría aumentar desde las próximas semanas en un 10% sus importaciones   de GNL, lo que se traduciría en una verdadera pelea en el mercado. Aunque   Qatar anunció que está listo para aumentar la oferta, Société Générale estimó   que el aumento del consumo japonés afectará las entregas a Inglaterra y a   otros países europeos y presionará al alza los precios a nivel mundial. 
   En el corto plazo, con grandes   fábricas cerradas y una menor producción industrial, se prevé que Japón   demandará menos petróleo. Esta idea ha ayudado a moderar el precio del   combustible, que ayer llegó a caer hasta los US$ 99, aunque cerró en US$   101,19. Sin embargo, si la crisis nuclear se agrava, Japón también podría   aumentar sus compras de petróleo para el sector industrial.
    
   Ayuda para los   emergentes 
   Los principales bancos de   inversión prevén una baja del petróleo en el corto plazo, lo que podría   ayudar a moderar las presiones alcistas generadas por el conflicto armado en   Libia. El precio de los combustibles es uno de los principales impulsores de   la inflación en los países emergentes. Además, se espera que el yen se   debilite y el dólar se fortalezca, reduciendo la presión sobre las monedas   emergentes.
    
   Semanas llenas   de volatilidad 
   El índice que mide la   volatilidad bursátil en Estados Unidos (VIX) saltó ayer un 5,2% y su par   europeo subió 8,2%. Según Goldman Sachs, los contratos de opciones muestran   que los inversionistas han triplicado sus apuestas de una caída de 10% del   S&P 500 en abril. Para los analistas, la volatilidad continuará en la   medida en que no se disipe la incertidumbre sobre el impacto económico del   terremoto en Japón. A lo que se suma a la crisis en Libia, que continúa y   amenaza con extenderse al resto del Medio Oriente (ayer hubo protestas en   Bahrein). 
   Pero la mayor volatilidad podría   estar dada en el mercado cambiario. Según Mellon Capital Management, habrá   una fuga de capitales japoneses desde mercados como Estados Unidos y Brasil   para financiar la reconstrucción. Esto podría fortalecer el yen contra el   dólar, pero analistas de Morgan Stanley afirmaron a Wall Street Journal que   si eso sucede el gobierno de ese país intervendrá para evitar una mayor   apreciación de la moneda que pueda perjudicar las exportaciones. Efectos   acotados y de corto plazo que se esperan en Chile: caída en precios de cobre   y petróleo y alza del dólar 
   La situación de Japón y su   impacto en la economía chilena fue tema de preocupación en el almuerzo de   trabajo en La Moneda que sostuvo el Consejo del Banco Central, que preside   José De Gregorio, con el Presidente de la República, Sebastián Piñera, y   miembros del gabinete. 
   No es usual que el Consejo   celebre reuniones a cuatro días de realizar su sesión de política monetaria   para resolver el curso de la tasa de interés. La agenda del Mandatario es bastante   compleja para adaptarse. Por sus viajes y otras obligaciones de los   consejeros, costó encontrar una fecha, precisó De Gregorio. 
   En el encuentro analizaron la   coyuntura económica internacional y local y las perspectivas. En el corto   plazo, la situación de Japón puede tener impacto sobre exportaciones   chilenas, dijo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín: "Vemos un efecto   acotado, que no debiera ser significativo en materia de nuestra potencialidad   y posibilidad de crecimiento", comentó. 
   Japón es un consumidor de   commodities, por lo que la primera reacción de los mercados ha sido una leve   caída en los precios de materias primas, incluyendo los combustibles. No   obstante, De Gregorio señaló que en el mediano plazo la situación tenderá a   revertirse con los esfuerzos de reconstrucción, tal como ocurrió en Chile.
   En las primeras semanas hay   dificultades, pero en principio -agregó- las exportaciones y el comercio de   Chile con Japón no debieran tener un cambio muy significativo: "nuestro   sector exportador en general tiene capacidad de redirigir con bastante flexibilidad   y ha demostrado ser muy eficiente, de manera que efectos significativos para   la economía chilena no se debieran observar". Las estimaciones de   consenso para la economía japonesa en 2011 arrojaban un crecimiento en torno   a 1,5%, y ahora se está hablando de un 1%, acotó De Gregorio. 
   Las exportaciones chilenas de   cobre y celulosa son las que más se verán afectadas en los próximos dos o   tres meses, según Matías Madrid, economista jefe del Banco Penta. Pero luego,   con el aumento de la demanda nipona por efecto de la reconstrucción, la   situación tendería a revertirse. 
   En tanto, el economista jefe del   BBVA, Alejandro Puente, dice que la baja inicial que ha tenido el precio del   petróleo tenderá pronto a corregirse, porque Japón demandará más petróleo   para cubrir el déficit de energía causado por el colapso de las plantas de   energía nuclear. 
   Con una caída en el precio del   cobre, el dólar en Chile tiende a subir, lo cual despeja una de las   preocupaciones del Central en el proceso de alza de la tasa de interés. Pero   si el precio del petróleo sube por la mayor demanda y el cobre no se   recupera, eso tendría un efecto inflacionario. Este escenario llevaría al   Central a subir la tasa de interés desde 3,5 a 4% en la reunión de este   jueves, señala Puente.
    …
   Terremoto   en Japón, golpe a nuestro ego
    Santiago, martes   15 de marzo de 2011, por Jimena Zuñiga, astróloga, El Mercurio.- Podría   partir esta columna con un espacio en blanco, a modo de silencio. Silencio no   sólo por las miles de víctimas del impactante terremoto y tsunami en Japón,   sino también por el dolor y la angustia que hoy cruza al planeta. 
   Si alguien cree que lo sucedido   en Japón es una casualidad o un simple capricho de la naturaleza y sus   placas, está lejos de entender el sentido de estos tiempos finales y está   además desconectado de lo que todos estamos viviendo. 
   Este desastre no le ocurre sólo   a Japón, nos pasa a todos nosotros. La poderosa isla devastada es un símbolo   para remecer fuertemente nuestras aún pequeñas conciencias pegadas en tener   más dinero, el plasma ultra moderno y la computadora ídem, un mejor cuerpo,   la pareja adecuada, la familia feliz, el auto del año, la carrera exitosa, la   casa propia, la segunda vivienda, etc., etc. 
   Cuando nuevamente la humanidad   se estaba sentando en sus comodidades económicas que tanta injusticia generan   y tanto vacío dejan al alma, pues nunca es suficiente todo lo que acumulamos   a nivel material, la Tierra y el océano sacuden con horror nuestra supuesta   seguridad interna y externa.
   A riesgo de perder credibilidad   en una sociedad tan racional y esquematizada como la chilena, me atrevo a   poner en la mesa algunos argumentos astrológicos y otros arquetípicos que   pueden ayudar a situarnos de una forma más consciente en el nuevo contexto   mundial actual. 
   Este nuevo escenario se estrenó   en septiembre de 2001 con la destrucción de las Torres Gemelas, en el World   Trade Center de Nueva York, ícono del poder, el ego y la soberbia humanas,   que se vio golpeado por nuestro propio lado oscuro: el odio, la venganza y la   violencia extremos. Desde ahí, una herida en la mente colectiva se marcó a   fuego: hasta los más poderosos son vulnerables y, en un planeta mediatizado,   todos podemos asistir vía TV o Internet a eventos mundiales que marcan la   historia, por lo tanto, sus efectos nos alcanzan a todos, la vulnerabilidad   del 2001 llegó a cada rincón del planeta. 
   Por esos días Plutón y Saturno,   dos colosos transformadores de la psiquis en la astrología, estaban en franca   tensión. En el 2008 Plutón, al cual le gusta sacar lo sucio y oculto a la   luz, hizo una primera entrada a Capricornio (constelación que rige lo material,   el trabajo y el dinero, entre otras cosas), entonces tuvimos la gran crisis   económica internacional, que dejó en claro que no se puede confiar en ningún   índice y, de nuevo, que el poder es frágil y efímero. Ambos planetas, pero   ahora en compañía de Urano, desde el 2010 han seguido encontrándose con   fuerza y lo seguirán haciendo por un buen rato más. Podría llenar varios   párrafos con todos los fuertes eventos que vivimos el año pasado a nivel   personal y mundial. Sólo por nombrar algunos rincones para que hagamos   memoria: Haití, Chile, Islandia, Polonia, Golfo de México, Sumatra,   Argentina. A muchos nos correspondió derramar lágrimas y cambiar de actitud   obligadamente, lo cual redundó, como fuese, en una mirada más integral de la   vida, donde valoramos otras cosas que teníamos olvidadas, entre ellas, una   denominada “corazón” o “alma”, los antónimos del ego. 
   Y el 2011 no viene muy distinto.   No es para nada casual que justo el día del terremoto en Japón, Urano, el   planeta innovador, rebelde, el despertador de conciencias; que rige los   terremotos, la electricidad y las ondas magnéticas, después de siete años   saliera de la constelación de Piscis, que gobierna los océanos y el   inconsciente colectivo, para entrar a Aries, señor del fuego, la iniciativa y   la identidad personal. La energía impredecible de Urano le dio un gran   coletazo a nuestra psiquis, a nuestras aguas, que simbolizan también las   emociones, anunciando la irrupción de un gran cambio. 
   Este cambio –que no es   catastrófico, sino una oportunidad- pasa primero por asumir que estamos en   tiempos finales. ¿De qué? De nuestra mente estrecha que durante siglos está   fija en nuestros pequeños problemas y aspiraciones. Tenemos que levantar la   cabeza, darnos cuenta de que nuestras acciones, palabras y pensamientos   afectan a todo el planeta, que es necesario conmovernos y empatizar con el   dolor de otros, y que por más que creamos que llenándonos de seguros,   alarmas, rejas, murallas, reacciones agresivas, o lo que sea que usemos para   defendernos, siempre seremos frágiles, pues esa es una de las bellezas y   lecciones de la condición humana. 
   Desde nuestra humildad hemos de   caminar ahora, pues ya hemos visto una y otra vez que la soberbia del ego que   se cree todopoderoso no sirve: nos desgasta, nos aísla, nos empobrece y nos   deja vacíos.
   Es tiempo de honrar a las   víctimas de Japón para agradecerles este tamaño recordatorio, pues si   logramos entender una de las señales de esta tragedia, podremos comenzar a vivir   ahora una vida más consciente, de mayor responsabilidad con el planeta   entero, con menos stress por todo lo que podemos perder y más alegría por lo   que ya tenemos.
    
   Se autoriza la copia, distribución y uso de los contenidos   publicados en el BOLETÍN GAL, siempre y cuando no se utilicen con fines   comerciales, se reconozca la autoría y se identifique explícitamente a la   fuente. Las opiniones vertidas por otras fuentes, visitantes o colaboradores   en esta publicación no necesariamente reflejan los puntos de vista del   BOLETÍN GAL