No está mal utilizar agroquímicos y herbicidas. La cuestión es respetar las limitaciones y restricciones indispensables. Además, siempre debe prevalecer la cuestión sanitaria, por sobre cualquier otro interés. Es probable que, durante los últimos años, esa industria haya abandonado las prioridades correctas.
03/12/2011 | 13:16
Avión en operación de vertido de agroquímicos.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Entre el 27/02/2012 y el 02/03/2012, en la Cámara 1ra. del Crimen de Córdoba, comenzará el juicio en el que los imputados son los productores agropecuariosJorge Gabrielli y Francisco Parra, y el comerciante y piloto Edgardo Pancello, acusados de haberviolado el artículo 58 de la ley (provincial) 9.164 de agroquímicos, que prohíbe la aplicación aérea de endosulfán o glifosato cerca de un sector urbano.
La causa fue iniciada en 2008, cuando el entonces secretario de Salud de la Municipalidad de Córdoba, Medardo Avila Vázquez, denunció a los productores por considerar que fumigaban al lado del barrio, a pesar de la prohibición. Los vecinos del barrio Ituzaingó Anexo se denunciaron 200 casos de cáncer, 100 de ellos fatales.
El caso será seguido con mucha atención en otros lugares de la Argentina.
Por ejemplo, en Las Palmas-La Leonesa, Chaco, junto a la ruta Provincial 56, que va hasta/desde la Ruta Nacional 11, en el Departamento Bermejo, a 70 Km. de Resistencia, donde San Carlos SRL y Cancha Larga SA, de Eduardo Meichtry, se encuentran bajo la lupa hace tiempo a causa de las fumigaciones que realiza en sus campos arroceros la empresa Servicio Aéreo.
Entre quienes defienden la aplicación de glifosato se ha ensayado la defensa de Meichtry. Por ejemplo, Nilda Rosa Maestri, a quien el gobernador Jorge Capitanich le encargó la auditoría de la Sanidad Vegetal, firmó un informe sobre supuestos recaudos tomados por Meichtry que nadie pudo corroborar.
Otros afirman que es muy raro que en cultivos arroceros se utilice glifosato, "porque el cultivo no es resistente, y porque normalmente no se usa siembra directa". Además, "si se habla de aviones, seguro que no es glifosato".
Luego, el diario Tiempo Argentino publicó un informe que afirmó que, pese a esos argumentos chacareros, en Departamento Bermejo, con casi 10.000 habitantes, en los últimos 10 años, los casos de cáncer en niños menores de 15 años se triplicaron y las malformaciones en recién nacidos aumentaron un 400%.
"Sin embargo, por razones poco claras y a pesar de haber sido elaborado por organismos estatales, el gobierno provincial rechaza los resultados del informe. La media mundial de cáncer en chicos es de 12 a 14 casos cada 100 mil niños. Los datos oficiales de Chaco muestran que en La Leonesa el registro trepa a 20,2", se afirmó.
Es obvio que, lamentablemente, un tema tan importante queda en medio de las disputas políticas entre productores agropecuarios y el ala izquierda del Frente para la Victoria.
Pero el informe mencionado por Tiempo Argentina fue producido por la Comisión de Investigación de Contaminantes del Agua, formada por decreto del gobernador Jorge Capitanich, el 09/12/2009.
Capitanich estaba presionado por las denuncias y reiteradas movilizaciones de los vecinos de La Leonesa, fumigados aéreamente con agroquímicos por las 7.000 hectáreas arroceras de Meichtry.
El único inspector de fumigaciones del Chaco, ingeniero Guido Copetti, del área de biocidas, dependiente del Ministerio de Producción y Ambiente provincial, ha negado las denuncias del investigador ambientalista Andrés Carrasco y de su colega Alejandra Gómez.
Pero es probable que no sea errado lo que sostiene Carrasco, investigador del Conicet en el Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA: “El modelo productivo del país está basado en agroquímicos: si se prohíben, se acaba el negocio”.
En ese caso, habrá que replantearlo. No está mal el uso de agroquímicos. La cuestión es que se adopten las prevenciones indispensables.
Por eso hay tanta expectativa con el juicio que debería comenzar a arrojar precisiones acerca de cómo se utilizan las diversas sustancias.
Mientras tanto, cada uno reacciona como puede.
Por ejemplo, en Antillas, Salta, el Juzgado Correccional 2 del Distrito Judicial Sur prohibió las fumigaciones en cercanías de las viviendas en una localidad en la que Cusillos S.R.L. y Gramas S.A., explotan 5.000 hectáreas de soja.
No se podrá fumigar con avioneta a menos de 1.500 metros y a no menos de 300 si las aspersiones son terrestres. La demanda había apuntado al glifosato y el endosulfán pero la sentencia prohibió todo tipo de fumigaciones.
Y ya son y las provincias con sentencias que limitan el uso de agrotóxicos.
La jueza Carolina Poma visitó el lugar, recorrió las casas y "el secretario del juzgado se descompuso por el olor penetrante de los agrotóxicos", segun el diario Página/12.
La apelación de una de las empresas (“recurso de aclaratoria”) fue muy pobre al argumentar el “daño irreparable (para los productores) que verán cómo la explotación deja de ser rentable y también (un daño)para los habitantes de Antillas que trabaja en dichos campos”.
Ni se menciono la cuestión sanitaria. Con lógica impecable, la jueza no hizo lugar al pedido y mantuvo las limitaciones.
El reciente fallo en Salta que limita o prohíbe las fumigaciones con agrotóxicos se suma a las limitaciones ya vigentes en Formosa (Colonia Loma Senés), Buenos Aires (Mercedes), Córdoba (Barrio Ituzaingó Anexo), Chaco (La Leonesa y Las Palmas) y Santa Fe (San Jorge).
Ricardo Carrera
Blog: http://apiculturauruguay.blogspot.com/
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