Naciones Unidas, 7 ene (PL) Un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo dependen hoy de la polinización por insectos, pero la mayor parte de ese proceso corre a cargo de las abejas, especie clave en la preservación de la biodiversidad.
Así lo reconoció la Asamblea General de Naciones Unidas cuando proclamó recientemente el 20 de mayo como el Día Mundial de la Abeja, una propuesta presentada por Eslovenia y copatrocinada por 115 Estados miembros del organismo multilateral.
Todos los años en esa fecha llamarán la atención sobre la importancia de preservar las abejas y otros polinizadores amenazados ahora por una fuerte mortalidad. Del mismo modo, se intenta promover la toma de medidas concretas para proteger la especie, explicó la misión eslovena en la ONU.
Finalmente, las abejas tienen el lugar que merecen en vista de su significación para la humanidad, aunque esto es solo el comienzo de un difícil proceso de protección, apuntó el vice primer ministro de Eslovenia, Dejan Židan.
En tanto, la directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Carla Mucavi, destacó el papel crucial de las abejas en el aumento de rendimientos de los cultivos.
Sin ellas podrían afectarse una variedad de alimentos tales como papa, pimiento, café, calabazas, zanahorias, manzanas, almendras, tomates... En resumen, sin abejas, la FAO no puede avanzar en la meta de un mundo sin hambre, dijo.
Los estudios de la ONU y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza muestran que las poblaciones de esos y otros polinizadores ha disminuido grandemente, lo que cual implica un grave peligro.
Esta reducción se debe, en gran medida, a la actividad humana: la agricultura intensiva, el uso generalizado de plaguicidas y la contaminación. Las abejas están expuestas a nuevas enfermedades y plagas, y tan solo un ligero desbalance en el número de la especie podría afectar a todo el ecosistema, según advierten los investigadores.
Una sola abeja puede polinizar hasta siete mil flores al día y proveer miel como alimento y medicina sin necesitar muchos recursos, pero el número de esos insectos disminuye de forma alarmante debido en buena medida, a las consecuencias del cambio climáticos, alertó la ONU.
Desde hace tres años, Eslovenia buscaba el apoyo de la comunidad internacional en su deseo de ofrecer mayor protección a las abejas y llamar la atención a nivel global sobre su importancia.
Precisamente, escogieron el 20 de mayo como Día Mundial de la Abeja por ser la fecha de nacimiento del esloveno Anton JanÅía, considerado 'pionero de la apicultura moderna' por las técnicas que desarrolló en el siglo XVIII.
La apicultura ocupa un lugar especial en la economía de Eslovenia y su producción artesanal figura entre las tradiciones locales más antiguas. En la actualidad, la miel eslovena es una marca registrada y reconocida en el mundo entero.
mem/ifb
Todos los años en esa fecha llamarán la atención sobre la importancia de preservar las abejas y otros polinizadores amenazados ahora por una fuerte mortalidad. Del mismo modo, se intenta promover la toma de medidas concretas para proteger la especie, explicó la misión eslovena en la ONU.
Finalmente, las abejas tienen el lugar que merecen en vista de su significación para la humanidad, aunque esto es solo el comienzo de un difícil proceso de protección, apuntó el vice primer ministro de Eslovenia, Dejan Židan.
En tanto, la directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Carla Mucavi, destacó el papel crucial de las abejas en el aumento de rendimientos de los cultivos.
Sin ellas podrían afectarse una variedad de alimentos tales como papa, pimiento, café, calabazas, zanahorias, manzanas, almendras, tomates... En resumen, sin abejas, la FAO no puede avanzar en la meta de un mundo sin hambre, dijo.
Los estudios de la ONU y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza muestran que las poblaciones de esos y otros polinizadores ha disminuido grandemente, lo que cual implica un grave peligro.
Esta reducción se debe, en gran medida, a la actividad humana: la agricultura intensiva, el uso generalizado de plaguicidas y la contaminación. Las abejas están expuestas a nuevas enfermedades y plagas, y tan solo un ligero desbalance en el número de la especie podría afectar a todo el ecosistema, según advierten los investigadores.
Una sola abeja puede polinizar hasta siete mil flores al día y proveer miel como alimento y medicina sin necesitar muchos recursos, pero el número de esos insectos disminuye de forma alarmante debido en buena medida, a las consecuencias del cambio climáticos, alertó la ONU.
Desde hace tres años, Eslovenia buscaba el apoyo de la comunidad internacional en su deseo de ofrecer mayor protección a las abejas y llamar la atención a nivel global sobre su importancia.
Precisamente, escogieron el 20 de mayo como Día Mundial de la Abeja por ser la fecha de nacimiento del esloveno Anton JanÅía, considerado 'pionero de la apicultura moderna' por las técnicas que desarrolló en el siglo XVIII.
La apicultura ocupa un lugar especial en la economía de Eslovenia y su producción artesanal figura entre las tradiciones locales más antiguas. En la actualidad, la miel eslovena es una marca registrada y reconocida en el mundo entero.
mem/ifb
Fuente: http://www.prensa-latina.cu
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