Duro golpe a al Desarrollo Sustentable

La farsa del “País Natural”. En el país que “los recursos naturales son infinitos”.

Hernán Sorhuet Gelós

PELIGROSOS NUBARRONES

A cuatro meses de la realización de la Cumbre RIO+20 el Gobierno uruguayo ha tomado algunas sorprendentes decisiones, que significan un duro golpe a la pretensión de conducir al país hacia un desarrollo sustentable, y un claro retroceso en materia de conquistas históricas en el terreno ambiental.

     Nos referimos específicamente al pasaje de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) a la órbita de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), y a autorizar la construcción del puente sobre la laguna Garzón (Ruta 10).

     La principal conclusión que se puede sacar es que el cumplimiento del marco legal ambiental vigente en nuestro país, parece ser un obstáculo para el Presidente y su entorno.

     Desde hace tiempo se presiona al Ministerio de Medio Ambiente porque no autoriza voluminosos proyectos de inversiones privadas. Recordemos que se trata de un organismo técnico especializado dentro del Poder Ejecutivo, creado en 1990, como resultado de la toma de conciencia política y ciudadana, de la importancia que el tema ambiental tiene para el bienestar de la sociedad.

     Si prospera la idea del primer mandatario, la DINAMA perderá su capacidad de hacer valer su opinión frente a las demás secretarías de Estado; y además sus importantes competencias quedarán fuera del control parlamentario.

     Si el problema real fuera las demoras en evaluar, informar y, eventualmente, aprobar los proyectos presentados, bastará con mejorar las capacidades técnicas y administrativas del ministerio –que realmente las necesita.

     Pero, los hechos señalan otra cosa. Hace unos días, el primer mandatario anunció que el puente se construirá, cuando aún no hay resolución ministerial porque no está el estudio de impacto ambiental definitivo. Desde hace años se discute este proyecto. Incluso existen estudios independientes que ya aconsejaban la no construcción del puente, razón por la cual nunca se concretó.

     El mensaje político desde el gobierno parece claro: hay predisposición a reducir las exigencias ambientales, y en ese contexto la actual DINAMA se presenta como un obstáculo.

     Si la DINAMA se traslada a la OPP los asuntos ambientales del país pasarán a estar directa y exclusivamente bajo el control presidencial; algo muy malo para cualquier nación. Ante la opinión pública la estrategia utilizada por el gobierno sigue siendo la que escuchamos desde los años 70: la conservación de los ecosistemas y los recursos naturales es contraria al progreso económico y a la generación de puestos de trabajo. Esta lamentable confusión, que por lo visto pervive en la mente de los principales conductores de los destinos del país. También sorprende que desde la cúpula del gobierno se tenga tan poca paciencia frente a las opiniones contrarias. En tiempo en que los discursos políticos están cargados de palabras como “participación”, “gobernanza”, “empoderamiento”,  se reiteran las descalificaciones hacia sectores de la sociedad que expresan su preocupación por la autorización de proyectos públicos y privados, que puedan atentar contra la diversidad biológica nacional, e incluso comprometer la vida de las comunidades locales.

     “Uruguay Natural” debería ser una filosofía de vida para nuestra sociedad en su conjunto, que se refleje en todos los actos y decisiones de la vida nacional.

 

Publicado en el diario EL PAIS de Montevideo el 21/2/2012