La eventual aprobación de la ley de minería de gran porte impulsada por el Poder Ejecutivo viene generando polémica en el sector agropecuario local. El productor -y activista social- Juan Bernardich aseguró que ya es hora de que los productores se movilicen e rechazo de esta iniciativa.
Juan Pedro Hernández
La semana pasada, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto del Poder Ejecutivo sobre minería de gran porte. La iniciativa considera que la minería de gran porte es aceptable si respeta las reglas y garantías rigurosas de gestión ambiental durante todo su proceso; el que incluye un plan de cierre y el post-cierre de minas y la recomposición en caso de daños al medioambiente. En el medio local, el avance para la sanción de esta iniciativa fue cuestionada por productores y diversas gremiales que han venido manifestando su rechazo a este tipo de explotación. “La gente no tiene la menor idea de lo que representa para nuestro país la extracción, porque después del hierro se seguirá con cuanto mineral interese en los rapaces planes que tienen las multinacionales con la complicidad -o la complacencia- de los gobernantes de turno. Tenemos la soja que nos deja la tierra estéril, los eucaliptos nos están llevando el agua en forma de pasta de celulosa y ahora las prospecciones mineras no nos van a dejar ningún mineral”; explicó el horticultor y activista social Juan Bernardich.
Según los últimos datos de la Dirección Nacional de Minería (DINAMIGE) ya hay pedidos de prospección para más del 60% del territorio nacional, y en el caso de San José las solicitudes abarcan a unas 53.000 hectáreas (cerca del 10% de la superficie del departamento). Respecto a las consecuencias que deparará al territorio la explotación minera, el proyecto de ley asegura que el plan de cierre previsto garantiza el futuro uso sustentable del lugar donde se realizó la extracción. Sin embargo, Bernardich aseguró que esa alternativa “no existe”, advirtiendo que ese suelo ya no servirá para la explotación agropecuaria. “El territorio tomado por la minería va a ser siempre minero. Entre los explosivos y la polución, los campos colindantes solamente van a servir para plantar eucaliptos. ¿Quién va a querer criar novillos o lanares a 2 o 3 kmts. de una mina si los cráteres que van a dejar son intapables? Vamos a perder dinero, productores y, lo principal, el status de país natural. Nuestra agua, quesos, leche, carne, granos, todo eso se pierde y a nuestros nietos les dejaremos cráteres y deudas”; acotó.
Movilización. Mientras en Lavalleja , Treinta y Tres, Tacuarembó y Rivera se vienen recolectando firmas para habilitar un referéndum sobre el tema; en San José, para Bernardich ya es hora de que los productores se movilicen en contra de una iniciativa que -a su entender- traerá “grandes problemas”.
“Me preocupa la pasividad de los productores porque ven venir el peligro, saben que está sobre sus cabezas, y no se los ve -salvo los queseros que se han movilizado- haciendo sentir su posición. Ya tendría que haber movilizaciones, hay que hacer pasivamente una manifestación apolítica de todos los dolientes de este problema. La minería de gran porte, con la polución que va traer -con la expulsión de gases por las explosiones, más el problema sonoro- este país va a tener grandes problemas. Van a pasar cientos de años para que se pueda regenerar lo que se echó a perder”; sentenció.
Primera Hora, 23 de abril de 2013
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